El gobierno de Orí
EL GOBIERNO DE ORÍ
Hubo un tiempo en que la cabeza, el tronco y las extremidades, andaban cada cual por su lado.
–Esto no puede seguir así –se dijo Orí–, debo ir a casa de Orula para que él me resuelva.
Orula le pidió a Orí que sacrificara un carnero y pusiera los restos en la plaza.
–Esto no puede seguir así –se dijo Orí–, debo ir a casa de Orula para que él me resuelva.
Orula le pidió a Orí que sacrificara un carnero y pusiera los restos en la plaza.
Cuando Orí puso el paquete con el carnero en la plaza, vino el tronco y le dijo:
–Orí, te estaba buscando porque quiero que vivamos juntos.
Después que se unieron, aparecieron los Apa y les dijeron que ellos, desde hacía tiempo, querían unirse también a la cabeza y el tronco. Luego aparecieron las Elese melli y manifestaron:
–¡Qué casualidad que los encontramos aquí! Nosotras dos hemos pensado que mejor nos unimos, porque estamos cansadas y aburridas de estar solas.
Desde entonces, cabeza, tronco y extremidades, andan juntas, gracias a que la cabeza supo qué hacer.
–Orí, te estaba buscando porque quiero que vivamos juntos.
Después que se unieron, aparecieron los Apa y les dijeron que ellos, desde hacía tiempo, querían unirse también a la cabeza y el tronco. Luego aparecieron las Elese melli y manifestaron:
–¡Qué casualidad que los encontramos aquí! Nosotras dos hemos pensado que mejor nos unimos, porque estamos cansadas y aburridas de estar solas.
Desde entonces, cabeza, tronco y extremidades, andan juntas, gracias a que la cabeza supo qué hacer.