Obé el extranjero - YORUBA

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Obé el extranjero

OBÉ EL EXTRANJERO

Un hombre llamado Obé, llegó a un pueblo solicitando hospitalidad y trabajo.

Los del pueblo le dijeron que podía ir a trabajar en la parte más alta de la montaña. Así lo hizo y allí se encontró a Ogún con el que trabó amistad; en correspondencia con su trato, amigable y respetuoso, el orisha le prestó sus herramientas.

Al año, había logrado una magnífica cosecha y los del pueblo se quedaron asombrados. El hecho despertó muchas envidias, por lo que acordaron decirle que el próximo año debería cultivar en la parte baja de la montaña. Pero él, que ahora tenía algunos recursos, le regalaba de vez en cuando un gallo blanco a Ogún, por lo que seguía contando con la ayuda del dueño de la forja, los metales y el monte.

El segundo año, su éxito fue aún mayor y los del pueblo, desconcertados, le dijeron que el año venidero debía trabajar en el monte. No hay que decir que también el tercer año ya había logrado vivir holgadamente y obtuvo una buena cosecha.

Los del pueblo se reunieron y la envidia, que reinaba entre ellos, 1os llevó al acuerdo unánime de pedirle que abandonara aquella comarca.

Fue entonces cuando Ogún se personó con su machete en la mano y cortó muchas cabezas, hasta que, los habitantes aterrorizados, le preguntaron qué debían hacer para acordar la paz. El feroz guerrero les contestó que Obé, con su trabajo se había ganado el derecho a ser rey.

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