Obbatalá parte la diferencia
OBBATALÁ PARTE LA DIFERENCIA
Dos amigos se fueron de pesca y tras largas horas sólo obtuvieron un pez.
Como ya se marchaban, comenzaron a discutir para ver a quién le correspondía, uno alegaba que era suyo pues él había traído la vara y el anzuelo. El otro se sentía con el mismo derecho pues le pertenecía la carnada y el éxito de la captura. En medio de esta trifulca apareció un tercero que reclamaba el pescado argumentando ser el dueño aquel lugar.
Tanto fue el alboroto que Obatalá, a quien habían interrumpido su siesta, decidió poner orden y administrar justicia. Se dirigió a los un hombres y les dijo:
–Todos tienen razón, pues en realidad cada uno aportó algo imprescindible, por lo que a cada cual le corresponde su parte. Para el dueño de la vara y el anzuelo será la cabeza. Al que puso la carnada y lo pescó, le toca el centro. Y a ti por ser el dueño de la tierra, la cola.
Así se partió la diferencia.
Como ya se marchaban, comenzaron a discutir para ver a quién le correspondía, uno alegaba que era suyo pues él había traído la vara y el anzuelo. El otro se sentía con el mismo derecho pues le pertenecía la carnada y el éxito de la captura. En medio de esta trifulca apareció un tercero que reclamaba el pescado argumentando ser el dueño aquel lugar.
Tanto fue el alboroto que Obatalá, a quien habían interrumpido su siesta, decidió poner orden y administrar justicia. Se dirigió a los un hombres y les dijo:
–Todos tienen razón, pues en realidad cada uno aportó algo imprescindible, por lo que a cada cual le corresponde su parte. Para el dueño de la vara y el anzuelo será la cabeza. Al que puso la carnada y lo pescó, le toca el centro. Y a ti por ser el dueño de la tierra, la cola.
Así se partió la diferencia.