Algodón y surco
ALGODÓN Y SURCO
Algodón
y Surco tenían muchos enemigos. Previendo que en un futuro iban a tener
problemas, se consultaron e hicieron la rogación que les mandó Orula
con doce eyelé, agujas y el derecho en dinero.
Los enemigos, al ver que la prosperidad sonreía a Surco y Algodón, le pidieron a Lluvia que cayera poco. Pero la prosperidad de la cosecha aumentó.
Entonces los muy envidiosos le pidieron a Lluvia que cayera bastante, y el resultado fue aún mejor: las matas de Algodón crecían fuertes y robustas.
Los enemigos, al ver que la prosperidad sonreía a Surco y Algodón, le pidieron a Lluvia que cayera poco. Pero la prosperidad de la cosecha aumentó.
Entonces los muy envidiosos le pidieron a Lluvia que cayera bastante, y el resultado fue aún mejor: las matas de Algodón crecían fuertes y robustas.
No contentos, le pidieron a los pájaros que se comieran a Algodón, pero
los pájaros no pudieron porque perdían los ojos con las espinas.
Le pidieron entonces a Sol que quemara a Surco y a Algodón, pero tampoco dio resultado.
Viendo los enemigos que no podían hacer nada contra Surco y Algodón, renunciaron a su empeño.
De más está decir que Algodón y Surco continuaron siendo muy prósperos.
Le pidieron entonces a Sol que quemara a Surco y a Algodón, pero tampoco dio resultado.
Viendo los enemigos que no podían hacer nada contra Surco y Algodón, renunciaron a su empeño.
De más está decir que Algodón y Surco continuaron siendo muy prósperos.